lunes, 7 de julio de 2014

Capítulo 14. Brittany

Miro a May mientras se va corriendo y yo estoy sin saber que qué hacer: Ir detrás de ella o irme a casa. Antes de poder decidir nada me está sonando el móvil.
-¿Brittany?
-Hola.- saludo.
-¿Qué tal estás?- pregunta.
-Bien, ¿y tú?
-Bien.- se forma un pequeño silencio.
-¿Para qué has llamado?- sin darme cuenta se me forma una sonrisa en la cara.
-Pues… la verdad...- puedo escuchar cómo se le acelera el corazón.
-¿Si?- doy presión.
Hay un silencio bastante corto aun que parece eterno. Pienso haber quien romperá el silencio y, cuando me dispongo a ser yo misma Dylan se adelanta.
-La verdad me preguntaba si querías quedar para dar un paseo.
-La verdad es que me siento cansada.- le confieso aunque quiera quedar con él.
-¿Quieres que vaya a tu casa?- se oye el tono de preocupación en su voz.
-No gracias, es que me apetece estar sola.- digo poniendo tono cansado. –Quedamos otro día, ¿Vale?
-Vale.- se puede notar el cambio de preocupado a feliz. –Descansa.
-Gracias, adiós.- me despido.
-Adiós Brittany.- acaba colgando.
Finalmente, después de hablar con Dylan, decido irme a casa puesto que estoy cansada y me apetece estar sola mientras pienso sobre la charla que hemos tenido May y yo. ‘¿Acaso Simón es el causante de esto?’ pienso, aunque sé que no es así porque si no me hubiera dado cuenta en el cine, además, antes de que entrara en el baño de chicas como un pedazo de pervertido ya se me habían desarrollado los sentidos.
Cuando estoy en la puerta de mi casa empiezo a buscar las llaves, ‘¡Mierda! Las he perdido.’ Pienso. Ahora sí que no tengo donde ir puesto que no hay nadie en mi casa.
Me dirijo hacia el bosque con intención de relajarme y descubrir más sobre lo que me pasa, pero de repente mi móvil empieza a sonar.
-¿Diga?- pregunto.
-Hola Brittany, soy tu entrenador.
-Ah hola, ¿pasa algo?
-Digamos que te has dejado las llaves en la taquilla- ahí el motivo de la desaparición de ellas. -¿Quieres que te las guarde y luego vienes a por ellas?
-Mejor voy ahora.- le contesto. –Además, me apetece entrenar…
-Bueno pues no se hable más, hasta ahora.- cuelga.
Guardo mi móvil en el bolsillo y empiezo a correr hacia allí, ‘¿enserio se me han olvidado las llaves en la taquilla? ¡Qué cabeza tengo!’ me atosigo con mis pensamientos y, sin haberme dado cuenta, ya había llegado. Toco varias veces en la puerta y acto seguido sale mi profesor.
-Te estaba esperando.- dice con una sonrisa de oreja a oreja.
Yo le concedo otra sonrisa y después entro al edificio.
-Voy a dejar mis cosas en el vestuario y ahora me pongo a entrenar.- le digo dirigiéndome hacia aquel lugar.
-Antes de nada.- me coge del brazo y me da mis llaves. –Las necesitarás para entrar en casa, ¿no te parece?
-Gracias.
Me voy corriendo a cambiarme la ropa ya que no me parece cómodo entrenar con pitillos, chaqueta de cuero y botas.
Una vez haberme puesto el uniforme me acerco a donde el profesor.
-Ya estoy.- pego un salto delante suyo en señal de que estoy preparada.
Este me mira de arriba a abajo y se niega con la cabeza.
-Creo que será mejor  que te dé algo más apropiado para tu entrenamiento.- dijo dirigiéndose hacia un armario que había en su despacho.
-¿Qué tiene de malo este uniforme?- pregunto. –Es el que siempre utilizo.
Él me ignora y empieza a buscar en el armario lleno de ropa, ‘¿de dónde saca tanta ropa?’ pienso.
Al cabo de un rato vuelve a aparecer, esta vez, con un par de converses negras, mayas negras y una camiseta blanca de tirantes.
-Yo esto no lo veo muy cómodo.- digo dudando.
-Hoy practicarás el camuflaje.- empieza a explicar. –La sala estará preparada para que esta ropa se adapte al terreno.
-¿Y en qué lugar vas a hacer que aparezca?- pregunto aun dudosa.
-En el bosque, solo que esta vez no estarás sola.
-No entiendo.
-Vas a tener que proteger a una de las personas que conoces y has visto recientemente.
-Vale, será divertido.- asiento cogiendo la ropa.
Me dirijo a cambiarme la ropa (por segunda vez consecutiva), y después voy a la sala de la simulación.
-¿Lista?- me pregunta el entrenador desde la otra sala.
-Sí, ¿a quién voy a tener que proteger?
-A Dylan, el chico de tu clase.- empieza a decir. –Pero tienes que ocultar tus capacidades y protegerlo sin que se dé cuenta de ellos.
‘¿Cómo?’ me sobresalto en mi pensamiento, yo me esperaba que fuera May ya que es con ella con la que había quedado en aquel lugar.
-¿Brittany?- hace salirme de mis pensamientos.
-Estoy lista.- asiento.
Una vez que la sala está totalmente oscura, aparezco en un bosque donde se pueden oír los pájaros, el río y... ¡a Dylan gritando!
Voy corriendo donde él, parece que está atrapado en una especie de casita de madera encima de un árbol. 'Esto es muy fácil, demasiado...' pienso mientras voy acercándome con cuidado.
De repente, el árbol donde está Dylan se convierte en un horrible monstruo que me persigue por todo el bosque y, al parecer, el sitio donde él está atrapado es el corazón de la bestia.
‘No puedes demostrar de lo que eres capaz, solo camúflate’ las palabras del profesor divagan por mi cabeza, ‘ya sé que hacer’ miro a mi alrededor mientras busco un lugar apropiado para esconderme y luego saltar encima del monstruo cara-ramas.
Una vez escondida detrás de un par de rocas gigantes, empiezo a planear como llegar a donde el corazón del monstruo, ahí se encuentra Dylan.
Mientras planeo como alcanzar a Dylan, aparece una figura corriendo de detrás de un árbol. ‘¿May?’ me extraña mucho que ella también salga en la proyección de mi entrenamiento. Entonces veo como una especie de sombra humana le persigue.
-¡May!- le grito pero, sin embargo, ella no me escucha ni me ve.


-¡May apártate de ahí!- voy corriendo donde ella pero en seguida me tropiezo con una rama del suelo.
Parece que el pie gigante de aquella sombra me va a aplastar pero no lo puedo asegurar puesto que me desmayo ahí mismo.
Al despertar me encuentro en mi habitación, ya no estoy en aquel bosque simulado por el profesor, sin embargo, tengo un dolor de cabeza enorme. Alguien entra por la puerta.
-¿Brittany te encuentras bien?- es mi profesor.
-¿Qué ha pasado?- le pregunto confusa.
-Estabas en el entrenamiento, ibas  muy bien pero de repente ha habido un fallo en el sistema.- baja la cabeza. –Dime, ¿qué fue lo último que viste antes de desmayarte?
Empiezo a recordar pero me cuesta porque el dolor sigue ahí.
-Estaba planeando como llegar donde Dylan.- empiezo a explicar. –Y, de repente apareció May huyendo de una sombra. ¿Qué quiere decir eso?
El profesor no reacciona a mi explicación y, en mi opinión, su cara no dice nada bueno.
-Será mejor que descanses.- empieza a moverse hacia la puerta. –Dejaremos por un tiempo el entrenamiento para que puedas descansar.
Yo asiento lentamente.
-Adiós Brittany.- se despide.
-Adiós.
Él sale por la puerta y en seguida me quedo sola en mi habitación mientras un silencio la invade. A los cinco minutos ya estoy dormida.

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