sábado, 8 de febrero de 2014

Capítulo 11. May

<¿Cómo tiene esta mi maldito teléfono?> oigo al otro lado, pero tan solo ella lo piensa, y yo lo oigo.
-¿Qué quieres? -me pregunta malhumorada.
Desde luego la acabo de despertar y esta chica no es nada mañanera...
-Quería preguntarte qué tal estás, y ya de paso, si quieres, damos una vuelta. Y si quieres saber quién me dio tu número, que sepas que se lo oí a tu hermana, se lo estaba dando a Dylan... -dejo en el aire.
Oigo los latidos de su corazón, más bien los siento... ¡Perfecto! ¡Leo mentes y encima soy empática!
-¿Te has puesto roja? -pregunto para romper el hielo, a pesar de darme cuenta de que no ha sido una gran idea.
-No, no me he puesto roja y no, no quiero dar una vuelta contigo.
En lo primero miente, lo siento yo, la cotilla del siglo.
Y lo segundo... Eso me duele. Vale, seré bien rara, también entiendo que con eso de quedar haya pensado que puedo ser lesbiana, yo mismo estoy de acuerdo con ella, lo he parecido, y por último, entiendo que no es de agrado no siendo mañanera, que una persona te despierte para ir a dar una vuelta... Pero me sigue doliendo.
-Si es por Simón, que sepas que no sabe nada y no estará.
Palabras nada agradables salen de su mente, y la verdad es que agradezco a Dios, (a pesar de no ser creyente), por este maldito don que hace que las personas me parezcan transparentes. De verdad, prefería cuando eran opacas.
Ahora no solo tendré que pasarme toda la noche escuchando los oscuros y eróticos pensamientos de mi madre, los destructivos y a la vez amables de mi padre y los chulos y pijos de mi hermana... ¡Ahora tendré pase VIP para saber lo que sienten!
-¿Estás bien, May? Te has quedado muda.
No sé si colgar o decir una estupidez. Cualquiera de las dos me augura un perfecto futuro con un ojo morado.
Sé que todos no se toman igualmente mis estupideces, pero... No quiero volver a caer en el hoyo.
Nunca he hablado de ello con nadie.
Apartando esos pensamientos... Una persona me acaba de hacer una pregunta y yo sigo sin contestarla, ¿colgar o decir algo estúpido?
Opto por la segunda.
-Me gusta el bacon con sabor a espaguetis.
-¿De qué coño me estás hablando?
-A veces las playas son trozos de cristal.
-Gracias por la información, tendré cuidado en no cortarme. Ahora, adiós.
-¡Espera!
¿Por qué habré dicho ese espera? No tengo nada que decirle, y parezco una tonta sin decir nada. Además, como diga otra estupidez pensará que necesito ir a un psicólogo.
-Ayer hablé con Simón en el baño y creo que hay algo que te puede interesar.
-¿Qué me puede interesar a mí de ese gilipollas?
-Si quedamos te lo cuento.
-¿Tan importante te parece que me lo tienes que contar en persona?
-Sí, ya que mi hermana es una cotilla que se acaba de levantar y que tiene ahora mismo la oreja pegada a mi puerta.
-Te comprendo y te acompaño en el sentimiento.
-Amén.
En este momento, me alegro de que mi hermana sea Naty, porque por un momento, esa chica fiestera y cotilla ha servido para algo que no sea esos dos: darle una excusa a su hermana mayor.
-¿A qué hora? -pregunta Brittany, rendida.
-¿Cuando te viene bien a ti?
-No sé... ¿A ti?
-A las doce está bien. El sitio elige tú.
-¿La cafetería de al lado del insti? Es uno de los pocos lugares que conozco.
-Me parece perfecto. A las doce en la cafetería Esquina.
-¿Se llama así?
-Los de este pueblo nunca hemos tenido mucha imaginación ni ganas de pensar, amiga mía. -contesto, y me ha quedado bastante bien para ser yo.
-Vale, voy introduciendome en este mundo.
-Amén, hermana.
-Amén. Y adiós, que voy a probar a dormir hasta las doce, madrugona.
-Si supieras lo que madruga mi hermana para dormirse tan tarde...
Brittany se ríe, no siento que sea algo que haya tenido que obligar a hacer, sus sentimientos parecen sinceros.
Empo empática.
Desde luego, ese será mi nombre cuando tenga que usar un pseudónimo.
Entonces, cuelgo, y empiezo a buscar entre todos mis cajones papel y boli para apuntar todas las mierdas que se me ocurran.
<El ordenador será útil también>.
Por fin un pensamiento que es tan solo mío, y que ojalá nadie pueda oír, pero en seguida, se ve interrumpido por otro guarro de mi madre.
Mi nombre es May Cortés y tengo los superpoderes más inútiles e inoportunos que la tierra ha conocido.


No hay comentarios:

Publicar un comentario